Fundación LOUIS VUITTON Del sentimiento artístico de la vida
oy en día, la alianza entre moda y arte está más que consumada: el abanico de museos dedicados a diseñadores legendarios, de artistas que colaboran con firmas de lujo en colecciones limitadas y de instituciones de gestión cultural surgidas al amparo de grandes casas de moda crece prácticamente cada día. Pero cuando Bernard Arnault, presidente del grupo LVMH, decidió embarcarse en la creación de la Fundación Louis Vuitton, a principios de los años 90, la vinculación de ambas disciplinas era prácticamente inédita. Su inauguración, hace ahora siete años, fue el culmen de una prolongada labor de investigación y exploración artística de las vanguardias del siglo XX y de la creación contemporánea desde las afinidades personales de su ilustrado mecenas, que ha desembocado en un un patrimonio artístico de más de cuatro mil obras –con especial atención a nombres como Alberto Giacometti, Gerhard Richter, Jean-Michel Basquiat, Wolfgang Tillmans, Pierre Huyghe, Zanele Muholi, Joan Mitchell o Thomas Schütte– y en exposiciones tan celebradas
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