HARRY EL SUCIO
Víctima en el momento de su estreno de una crítica hostil empeñada en denostarla por el discurso radical de su protagonista, olvidando el discurso del director impreso en su tratamiento visual de la historia, Harry el Sucio merece ser revisada desde una perspectiva más objetiva facilitada por el paso del tiempo. Aviso: contiene spoilers.
Su director, Don Siegel, imparte una clase de cine desde el primer plano de la película, un falso efecto de tridimensionalidad con el cañón del arma del antagonista amenazando a los espectadores.
Infalible anzuelo visual que da paso a un tratamiento muy interesante de una de las herramientas que se hacen eco de la reflexión de uno de los maestros del relato policial, G. K.
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