Los asombrosos ‘FOO FIGHTERS’
Los primeros informes que se redactaron durante la contienda sobre este fenómeno proceden de la británica Royal Air Force (RAF) y son de septiembre de 1941, pero los que más se prodigaron en registrarlos fueron los pilotos de las United States Army Air Forces (USAAF), especialmente desde finales de 1944 hasta mediados de 1945, en que las apariciones se hicieron más regulares. Los tripulantes de las aeronaves aliadas describían bolas o esferas de luz de color rojo, amarillo, naranja, verde o blanco, a veces de apariencia metálica y a veces transparentes, con un diámetro no superior a un metro o dos y volando en solitario, en pareja o en grupos. Sus movimientos eran, generalmente, erráticos: hacia arriba, hacia abajo, hasta desaparecer en lontananza o, simplemente, apagarse.
Estos movimientos se interpretaron como inteligentes, pues en ocasiones seguían, de lejos o de cerca, a las aeronaves aliadas, situándose al lado de sus alas o delante de su fuselaje, es decir, como si fueran teleguiados. A veces sus velocidades superaban a las de los aviones que, en vano, intentaban perseguirlos. Algunas habilidades de tales artefactos sorprendían a los militares, como la aceleración y desaceleración instantáneas, descensos y ascensos muy rápidos o permanecer estáticos en el aire. Aunque no existen informaciones
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