Una vida honesta
No es extraño que las celebridades usen su imagen para invertir en negocios de moda, ¿has notado que en los últimos meses todo mundo tiene una firma de vino o tequila? Tampoco nos asombra que algunas actrices tengan fragancias o líneas de maquillaje, la industria de la belleza y Hollywood siempre han tenido un vínculo natural, pero en 2011, época en que el concepto de ‘orgánico’ aún no entraba del todo en nuestro radar de wellness, Jessica Alba salió de la norma al crear una marca de productos sustentables para bebés y el hogar, y no sólo prestó su imagen para publicitarlos, sino que se involucró en la creación de los artículos. Lanzó una moneda al aire. Nadie esperaba que The Honest Company, una idea que comenzó levantando cejas y esperó poco más de tres años por conseguir financiamiento, llegaría algún día a cotizar en la bolsa, convirtiendo a la actriz en millonaria self-made. Un desenlace digno de película.
CÓMO SE CONSTRUYE UN IMPERIO
Jessica llegó a Nasdaq en mayo pasado acompañada de su esposo Cash Warren y sus tres hijos: Honor, de 12 años, Haven (9) y Hayes (3), y y contando.
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