LAS ISLAS BONITAS
MENORCA
Con una elegancia ‘effortless’ y a ritmo ‘slow’, la más discreta de las islas ofrece, además de rincones de ensueño, una rica vida cultural.
Uno de los acontecimientos artísticos más esperados de la temporada es la apertura de la espectacular galería Hauser & Wirth en la isla del Rey (), frente al puerto de Mahón. Le sigue de cerca el Festival), que se celebra en julio en lugares emblemáticos como el Mirador de Sant Francesc. Para sentirte mejor que en casa, alójate en Cristine Bedfor (), una acogedora en el centro histórico de la capital, con interiorismo de Lorenzo Castillo. En los fogones, los chefs, curtidos en el mítico Ses Forquilles, asombran con sus platos de recetas tradicionales. Al otro extremo de la isla, en la señorial Ciudadela, el hotel Can Faustino invita a un chapuzón en su piscina tras el de cala en cala. Si quieres darte un capricho acércate a Tembo (Santa Clara, 4), una con piezas artesanales y prendas textiles atemporales cien por cien chic. Para completar tu menorquín, hazte con unas alpargatas de Boba’s (), hechas a mano y con diseños irresistibles. Y Menorca Experimental (es. ) hará las delicias de las amantes de planes En este sofisticado refugio de nueve habitaciones con piscina privada y situado en un entorno único la desconexión total está asegurada.
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