Cerruti habla un francés perfecto, salvo por un ligero acento que revela sus orígenes italianos. “Para construir el futuro, debemos respetar el pasado sin quedarnos estancados en la memoria de las cosas”, dice, y resume así la elegancia de su trabajo. Hoy, a los 90 años, el diseñador representa la excelencia del lujo característica de la casa de moda que lleva su nombre. Profundamente anclado en sus raíces, Cerruti se hizo cargo de la fábrica de telas familiar fundada por su abuelo en Biella, Italia en 1881, y abrió su propia casa de moda parisina en 1967. Ha sido, desde entonces, pionero de un vestir italiano más relajado, representado por la chaqueta desestructurada, con fluidez de diseño entre la vestimenta masculina y la femenina.
Kim Jones, el nuevo virtuoso de la moda de origen británico, propone una visión extravagante –pero aun así usable– que va más allá de los géneros establecidos, aportando un espíritu innovador que busca customizar el lujo para todos. “No me gusta usar la moda con fines políticos, sino para crear un , dice. “La moda hace que las personas se sientan bien con ellas mismas. Tiene ese poder”. Viajero del mundo, el diseñador es un conocedor del estilo urbano que encuentra permanente inspiración en las subculturas del estilo callejero, y usa esa energía para reinventar la sastrería y el vestuario moderno. Recordando su niñez, Jones habla sobre