ANTONIO GAUDÍ EL GENIO MODERNISTA 89
EL SIGLO XIX FUE UN PERÍODO DE CRECIMIENTO ECONÓMICO EN CATALUÑA, UN MOMENTO EN EL QUE BARCELONA SE CONVIRTIÓ EN EL FOCO ARTÍSTICO MÁS FECUNDO DE ESPAÑA. Barcelona era, entonces, una ciudad abierta, cosmopolita, respetuosa y alejada de planteamientos ideológicos sectarios y excluyentes, permeable a nuevas tendencias culturales e ideológicas. Sus calles, se poblaron de peculiares edificios diseñados por una serie de arquitectos seducidos por el art nouveau y el empleo de nuevos materiales arquitectónicos. Entre los arquitectos catalanes destacaron Lluís Domènech i Montaner, autor de excelentes obras como el Palau de la Música; Josep Puig i Cadafalch, creador de la casa de les Puntxes y, muy por encima de todos, Antonio Gaudí, el mayor exponente del modernismo español y europeo.
LA CREACIÓN DE UN GENIO
Antonio Gaudí nació el 25 de junio de 1852 en Reus, en el hogar de , artesano, calderero y batidor de cobre y. Sus primeros estudios los realizó junto al maestro local Francisco Berenguer y, entre 1863 y 1868, cursó el bachillerato en los escolapios del antiguo convento de San Francisco. Antonio no fue un niño demasiado aplicado, aunque, a decir verdad, destacó en todas aquellas asignaturas más próximas a su forma de pensar. A pesar de sus modestas calificaciones, su familia hizo un enorme esfuerzo y en 1869 tanto Antonio como su hermano Francisco pudieron desplazarse hasta Barcelona para estudiar Arquitectura, el primero, y Medicina, el segundo. Este fue un tiempo de felicidad para Antonio, entre 1869 y 1873, cursó estudios preparatorios y en la Facultad de Ciencias, e hizo buenos amigos como Eduardo Toda Güell y José Ribera Sans, con los que visitó, en 1870, el viejo monasterio de Santa María de Poblet en Tarragona, un edificio que dejó profunda huella y enorme influencia en su obra futura
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