CUIDADO CON LA LUZ ROJA
Eso es lo que me dijo el director Alfonso Ungría cuando me presenté en la productora Boca a Boca para las pruebas de su película Buscaban a una chica de 16 años, pero yo tenía 19. YÁfrica, Me dijo que era un diamante en bruto y que él estaría orgulloso de tallarlo. Fue un maestro, un amigo y casi un padre. También me ayudó muchísimo Imanol Arias, todo un caballero, y mi amigo Zoe Berriatúa, que ya había participado en dos o tres films y ¡al que revelé que tenía 19 años en la fiesta de fin de rodaje! El equipo de la maquilladora Ana Lozano y de peluquería y vestuario me disfrazaron de ‘bakala’ y yo me dije porque ni siquiera me había pintado nunca ni planchado el pelo. Y además interpretaba a una madre adolescente, así que tuve que aprender a cambiar pañales y a llevar a un bebé. Pasaba tardes en la casa de su mamá real para que él se acostrumbrase a mí, a mi olor y que no llorase al echarla de menos en el rodaje. Ahora me emociono pensando en la Elena de esa época, una chica de Palencia trabajadora, responsable y valiente que vivía de alquiler con dos chicos franceses y que se perdía en el metro de Madrid. Me autodaría las gracias, por ser una campeona que supo esquivar a lobos feroces y que pudo aprender un oficio en un lugar desconocido sin amigos ni familia.
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