TODO AL ROJO
Si Carolina A. Herrera (Caracas, 1969) fuera una fragancia, sería madera y flor, una mezcla equilibrada entre masculino y femenino. «La madera me transmite fuerza y el jazmín me transporta a mi infancia», una infancia que pasó feliz en su Venezuela natal hasta que, cuando contaba 13 años de edad, se marchó a Nueva York para que su madre, Carolina Herrera, hiciera realidad un sueño: desarrollar la firma que lleva su nombre (fundada en 1981). «Podemos decir que Venezuela es mi primaria, mi raíz absoluta, mis antepasados, mi juventud... Estados Unidos es mi adolescencia y Madrid es mi madurez». Una madurez en la que combina su faceta como directora creativa de Frangancias de Carolina Herrera con su familia (su «todo», como la describe ella) y con los recuerdos que ha ido atesorando gracias a sus increíbles vivencias y que son
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