LAS CASCADAS DEL IZTA
No es necesario llegar a la cima de una montaña para experimentar todo su potencial de aventura y belleza. Durante este recorrido por las faldas del volcán Iztaccíhuatl, en uno de los puntos más altos que conquistamos (un refugio de montaña llamado El Mirador, a menos de un kilómetro de la cabeza de la Mujer Dormida), el altímetro registró 3 390 metros sobre el nivel del mar. En nuestro camino pasamos por veredas boscosas, cauces con líque- nes y musgo, paisajes panorámicos y una caída de agua de al menos 50 metros.
Estaba indeciso de realizar esta caminata, ya que en marzo de 2020 me fracturé el peroné. Pese a que aún no me rehabilitaba por completo, me sentía bien; además, no se trataba de escalar el Izta, sino de hacer una ruta sencilla por las faldas de la montaña y admirar sus cascadas.
El miércoles tomé la
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