EL NUEVO PAPEL DE LOS CINES
CineCiutat no debería existir y, sin embargo, existe. Nos repetimos este mantra a diario para no acostumbrarnos al milagro que fue abrir un cine durante una crisis económica. En 2012, y después de ocho años de esfuerzo, los cines Renoir Palma apagaron los proyectores dejándonos a nosotros, pobres cinéfilos de a pie, huérfanos de versión original y títulos independientes. Pero comoy la calle habló alto y sin rodeos. Un cine que apuesta por la participación y el voluntariado, por la diversidad, la innovación y la experiencia de usuario. Un cine que nació del miedo cerval a perder unas salas, pero también del amor incondicional por la cultura. Un cine que ahora, nueve años después de su nacimiento, está dispuesto a volver a hacer de una crisis su gran oportunidad.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos