El fin de las ideologías y el inicio del pragmatismo cínico
El nombramiento de la profesora Delfina Gómez en la Secretaría de Educación Pública no representó sorpresa alguna. Se veía venir. Se hizo por razones políticas, y políticos son los fines que persiguió quien lo hizo. El perfil de la nueva secretaria responde al que tiene quien la nombró: preferentemente político. Poco o nada que ver con lo técnico.
Con el nombramiento se persigue dar a la nueva secretaria un perfil nacional, con vista a que sea la candidata natural de Morena a la gubernatura del Estado de México y, con ello, ganar el voto más numeroso de la República. Ningún estado aporta más votos en una elección nacional. Ganarlo sería consolidar su permanencia en el poder. Esa entidad es determinante para que cualquier partido o coalición de partidos conserve o pierda el poder en la elección presidencial a celebrarse en 2024.
Para la profesora Delfina el nombramiento es
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