¡accion!
Una revista ha de ser como un ser humano: si entra en una casa, debe contribuir. No puede tirarse a descansar. Una revista ha de tener ¡sangre! ¡Y cerebro! ¡Y bazzaz! Porque, si no, es solo papel».Toda una declaración de intenciones en boca de Maggie Prescott (Kay Thompson) nada más empezar (1957), una directora de moda inspirada en la mismísima Diana Vreeland,quien en ese momento plasmaba su apasionante visión del mundo en las páginas de HARPER’S BAZAAR. Ese de hecho, es una modificación de su conocido una expresión que la francesa utilizaba para designar aquello que tenía la chispa adecuada para tener su aprobación.Tanto tiene la película de homenaje a esta institución (no olvidemos que es la primera revista de moda de la historia) que los créditos de apertura cuentan con imágenes de Richard Avedon publicadas en la edición, y un agradecimiento especial «a Carmel Snow y a HARPER’S BAZAAR por su generosa ayuda».
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