COMPARTIR PRINCIPIOS
NO HAY DUDA ALGUNA de que en Frederique Constant algo se mueve. En realidad, no ha parado desde que en 1988 una pareja de emprendedores, Peter y Aletta Stas, pusieran en marcha una compañía que tenía entre sus objetivos es sin duda el paradigma de esa elegancia atemporal que preside sus colecciones, y que incluso llega a sus No hay que olvidar que en 2015, su fue el primer reloj inteligente fabricado en Suiza. Ahora, la tercera generación, crece en prestaciones, pero mantiene ese aura tradicional. Frederique Constant ha encontrado de esta forma su hueco en un universo donde crece la pasión y la admiración por la relojería, y le permite asociaciones como la que ahora inicia con Denis Suárez.
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