SALVEMOS A LA ‘GENERACIÓN CONFINADA’
, Reino Unido necesitaba disminuir la amenaza que representaban los bombardeos aéreos alemanes. “Muchos laboratorios secretos, tanto allí como en EE. UU, se pusieron manos a la obra para desarrollar un sistema de detección a distancia” cuentan las profesoras y miembros de la Asociación Española Militar, María Gajate, y Laura González, en el libro “Guerra y Tecnología” de la Fundación Rafael del Pino. El Instituto Tecnológico de Massachussets fue uno de ellos. En 1930, comenzaron a trabajar 12 personas, en 1945 el programa ya disponía de 3.000 empleados. Pese a que en multitud de ocasiones los efectos de la Covid-19 se han comparado con los que provoca un conflicto bélico, las divergencias, sobre todo en el mercado laboral, son muy notables. En una pandemia, lo imprescindible es quedarse en casa así que no hay un gran estímulo de producción. Más bien todo lo contrario. Como apunta el historiador, Niall Ferguson en un encuentro organizado por el Foro Económico Mundial, “en guerra, empleaban a mucha gente, sobre todo hombres, para ir a luchar, y luego empleaban a mucha
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