LA RELACIÓN ENTRE LA DERMATITIS ATÓPICA Y LOS PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO
Cuando una mascota presenta una alteración en su comportamiento, es muy importante descartar que exista una situación física que le esté provocando estrés y que pueda incidir negativamente en su conducta. Por tanto, en dichos casos de problemas de comportamiento, es probable que el veterinario, tras llevar a cabo una exploración, decida realizar alguna prueba para evaluar si hay detrás un desencadenante patológico.
Son muchas las enfermedades que generan en la mascota estrés y dolor y, por tanto, irritabilidad, desazón y desasosiego. Al sufrir un o de excitación como consecuencia, por ejemplo, de un atropello o tras un enfrentamiento con otro animal, no es consciente de lo que hace y puede comportarse de una manera inesperada –mordiendo o agrediendo a cualquiera que intente ayudarla–. En general todos los procesos que cursan con dolor pueden predisponer a que reaccione de una manera más agresiva de lo habitual frente a una manipulación local de la zona dolorida. Así, una otitis puede hacer que, al acariciar a la mascota o rozarle en esa zona, tenga una respuesta violenta; igual que los problemas articulares que implican dolor crónico o alteraciones digestivas o urinarias.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos