ANNE HATHAWAY El arte de encontrarse a sí misma
a vimos por vez primera en la cinta en 2001, que mostraba a un patito feo convertirse en cisne de la noche a la mañana, un retrato no muy distinto de lo que fue su vida real en los primeros años de carrera, cuando tratando de adaptarse a lo que sentía que el mundo requería de ella, se dejó llevar por la ansiedad, los nervios y el pánico a subir de peso. “Hice todo mal por mucho tiempo”, declaró en distintas ocasiones, “hace 10 años tenía tal miedo de las entregas de premios que no comía casi nada en Navidad. Creía que las estrellas de cine debían tener cierto peso y fumaba para calmar mis nervios, pero no me estaba nutriendo”, reveló a . El dilema de la talla, eterno tema de discusión en Hollywood, ha estado presente en su vida, pues ha tenido que subir de peso para algunos filmes y bajar para otros, pero aunque sabe que filmes y bajar para otr transformar su imagen y verse linda en las alfombras rojas es parte del trabajo, ha crecido frente a nuestros ojos, en edad y carácter, para darse cuenta que las preocupaciones o el deseo de aceptación, son pasajeras, y que encontrar tu lugar en el mundo, aun con un Oscar bajo el brazo, es complejo, pero posible.
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