“No podemos perder la esperanza”
Sep 28, 2020
4 minutos
JESUSA CERVANTES
MEXICALI.- “Mire, este es mi hijo y vengo a cerciorarme si éste es él”, dice Hilda Leguideño al tiempo que extiende sus manos. En la derecha sostiene la fotografía de Jorge Antonio Tizapa Leguideño, uno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos; en la izquierda, la de un joven en situación de calle a quien señala por la similitud con su hijo.
“Nooo. Este joven tiene tatuajes en la rodilla y en el brazo”, arguye Carlos Abed, encargado del albergue Hijo Pródigo.
La respuesta golpea el corazón. El milagro de encontrar con vida a uno de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, desaparecidos entre la noche del 26
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