Diversión de llavero
Alo largo de los últimos años, los compactos deportivos han evolucionado tanto que, más que coches de tipo GTI, pueden considerarse ‘supercompactos’. No en vano, la mayoría sobrepasa la barrera de los 300 caballos, alcanza un nivel de prestaciones extraordinario y supera –en algunos casos con creces– la tarifa de los 40.000 euros.
Por suerte, los deportivos del segmento inferior también se han puesto las pilas y, hoy por hoy, son lo más parecido a esos compactos vitaminados que gozaron de tanta popularidad entre los años 80 y principios de los 2000. Los protagonistas de esta prueba son un buen ejemplo de ello; tanto el Abarth 595 Esseesse, como el Volkswagen Polo GTI son pequeños, más o menos ligeros, relativamente asequibles y tienen la potencia suficiente como
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