“Te vamos a contar cómo hemos facturado 11 millones de euros... ¡Vendiendo ovillos de lana! Una historia que te va a gustar”
“Un día vimos una chica megacool tejiendo en el metro que Nueva York. Eso nos inspiró para montar el negocio”
Pepita Marín
“Hemos aumentado las ventas con el confinamiento porque nuestro producto se usa en el hogar”
Alberto Bravo
El suyo es el ejemplo más gráfico de que cuando ejecutas bien da igual llegar el primero o el segundo o que la idea no sea original. “Cuando Alberto (Bravo, su cofundador) y yo nos planteamos montar We Are Knitters en realidad lo único que teníamos claro era que queríamos emprender. Nos gustaba la moda y fantaseábamos con diferentes ideas. En moda o compites en precio, algo muy complicado por la cantidad de competidores, o tienes una idea muy diferencial de diseño o de modelo de negocio. Un día vimos a una chica megacool tejiendo en el metro de Nueva York. Aquella imagen nos encantó. Para nosotros tejer era una cosa de abuelas, super rancio, pero investigamos un poco, probamos la experiencia, nos encantó, lo compartimos en las redes sociales (‘mira qué cool tejiendo aquí en el metro de Nueva York’) y vimos que había una oportunidad porque, si estaba muy de moda en EE.UU., acabaría llegando a Europa y a España”, explica Pepita Marín.
UNA IDEA REPLICADA
Decidieron replicar la idea y, no sólo en España, sino también llevarla de vuelta a EE.UU. donde superaron al maestro: “Era una empresa pequeña y nosotros ejecutamos muchísimo, el ganador se lo lleva todo. Ellos no lo hicieron bien y nosotros aprovechamos el vacío que dejaron y ahora somos más grandes que ellos tanto en notoriedad de marca como en ventas. Somos los líderes del mercado de kits para tejer cool”.
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