Eco delivery
Aug 12, 2020
4 minutos
Por Mariana Brizi
, Federico Broggi y Santiago López Silveyra no son los primeros emprendedores que soñaron con una start-up propia para salir de la rutina del trabajo en relación de dependencia. Tampoco serán, probablemente, los únicos compañeros de jardín de infantes que mantienen la amistad intacta desde hace 20 años. Pero sí son unos de los pocos emprendedores que en menos de un año lograron dejarlo todo y dedicarse full time a su empresa, que mes a mes muestra un gran crecimiento. “Sumamos nuestros ahorros (US$ 16.000), un amigo nos diseñó el logo y arrancamos invirtiendo casi todo lo que teníamos en el desarrollo de Winim”, explican.
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