Sin MIEDO
De dónde has salido?», le pregunta alguien del equipo de producción. Con un gorro de punto y vestido de negro de pies a cabeza, Robert Pattinson (Londres, 1986) ha aparecido como por arte de magia en medio de los Milk Studios, en Los Ángeles. Como si, después de la persecución a la que le han sometido los paparazzi durante años, el actor dominara ya el poder de la invisibilidad. En realidad, viene directo desde Palm Springs, donde está grabando Tenet, el próximo film de Christopher Nolan (17 de julio). Se muestra contento de estar aquí a pesar de que es sábado. «¡Un permiso de 48 horas! Llevo seis meses de rodajes: seis días a la semana desde las cuatro de la mañana... ¡Qué duro!», bromea. Ese será el tono durante la entrevista.
Robert es un hombre efervescente y curioso, dueño de un gran sentido del humor que, a menudo, apunta sobre sí mismo. Con tres cintas estrenadas en 2019, dos más que saldrán este año y otro par previstono está precisamente aflojando el ritmo. Y, a pesar de lo que algunos creen, es imposible que el factor clave de su éxito haya sido la suerte. Terminado el nos sentamos a hablar en el camerino. Sin agentes, publicistas ni nadie que nos interrumpa con un No obstante, ni me planteo interrogarle acerca de sus (ex)parejas. Él, atento, concentrado, repite algunas preguntas en voz alta para analizarlas antes de responder.
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