LUJO A MEDIDA

Hubo un tiempo en el que viajar suponía un auténtico reto. Las ausencias duraban meses, los vestidos eran aparatosos y las maletas tenían que hacerse prácticamente Corría el año 1835 cuando un jovenMaréchal, un reconocido encargado de elaborar el equipaje de las personalidades de la época. Poco a poco, su saber hacer lo llevó a labrarse un nombre en el mundillo y a convertirse en el maletero de la emperatriz Eugenia de Montijo. Finalmente, en 1854 decidió crear su propia empresa. El éxito fue tal que se vio obligado a trasladar su lugar de trabajo a Asnières -a las afueras de París-, donde también estableció su residencia familiar. Hoy la mansión ejerce de museo, pero el taller sigue a pleno rendimiento. En él trabajan unos 300 artesanos, encargados de llevar a cabo la creaciones más exclusivas de la los pedidos especiales, en los que los orígenes como maletero del fundador continúan más vigentes que nunca. De acuerdo con ese ADN, se pueden encargar los famosos baúles para transportar cualquier objeto, desde un tocador hasta una casa de muñecas o incluso una ducha. Las posibilidades son infinitas, siempre con la idea romántica de que el objeto final se utilice como equipaje. El proceso se inicia en las de la etiqueta y suele durar aproximadamente un año, durante el cual el cliente participa en todo el trabajo creativo (puede elegir hasta el más mínimo detalle). El resultado, único, es un tributo a la historia de la casa.