Desinformación, la otra epidemia en las comunidades indígenas
TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.- Colapsado el sistema estatal de salud pública, Chiapas vive un doble escenario: el que reflejan las cifras de las autoridades sanitarias y el que viven los chiapanecos todos los días.
En las 13 clínicas covid ya no se reciben pacientes, las pruebas ya no pasan de 50 o 60 al día. Como la mayoría son clínicas y no hospitales, no entran en las cifras oficiales, los familiares de los pacientes tardan en encontrar medicamentos en las farmacias, recurren a la reventa y hacen largas filas para adquirir tanques de oxígeno.
En los dos panteones principales de la capital del estado ya no hay espacio para quienes se resisten a cremar a sus fallecidos. El ayuntamiento mandó a construir las primeras criptas con 52 gavetas de cuatro pisos.
Las funerarias encarecieron sus servicios por los riesgos del manejo de cadáveres fallecidos por covid, dice el propietario de uno de esos negocios en la Sierra Madre de Chiapas; pocos empleados quieren hacer ese servicio y hay que contratarlos con un seguro de vida. El equipo de protección también se renueva en cada
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