EL MUNDO OCULTO BAJO EL OCÉANO
Parado en la cubierta del buque de exploración JOIDES Resolution, Andreas Teske esperaba ansioso. Pronto, la imponente torre de perforación de 60 metros de altura montada en medio del barco dejaría de taladrar el lecho marino y subiría a la superficie su valiosa carga: muestras de sedimentos extraídos de las profundidades del subsuelo de la cuenca de Guaymas, en el mexicano Golfo de California. Lo que para la mayoría podría parecer simple lodo, para Teske, un reconocido microbiólogo de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (Estados Unidos), es la entrada a un universo oculto al interior del suelo oceánico poblado por excepcionales criaturas microscópicas para las cuales cosas considerados indispensables para la vida, como la luz solar o el oxígeno, no son necesarias. De hecho, han prosperado durante millones de años enterradas en un ambiente donde se suponía que nada debería poder vivir.
Saber cómo logran adaptarse a su inconcebible “hogar” es la razón de que Teske haya pasado las últimas dos décadas estudiando el fondo de los océanos. La cuenca de Guaymas, en particular, ha resultado un sitio privilegiado para el estudio de estos seres. “Guaymas es un laboratorio natural ideal para investigar los límites de la biósfera; es decir, hasta dónde se extiende la vida dentro de los sedimentos del suelo marino”, dice Carles Canet Miquel, investigador del Centro
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