escaulnapnadraoíso perdido
¿Suri-nam?
¿Dónde mierda queda eso? Ese fue mi pensamiento cuando Matías Fuentes, un escalador y piloto chileno erradicado en Surinam, me contactó en busca de donaciones de equipo de escalada para lo que sería el primer rocódromo de aquel país.
Para no quedar como un ignorante, antes de responder, miré el mapa y entendí la posición de este país en Sudamérica. Luego respondí, ¡ah sí, Surinam!
Ese día me puse a buscar información sobre la escalada en dicho país y no encontré nada. Entonces, cuando Matías fue a mi casa en busca del equipo que le iba a regalar, conversando un poco, le pregunté si había rocas interesantes por allá. Ahí fue cuando todo comenzó a agarrar forma…
Me mostró unas rocas impresionantes en unos paisajes selváticos en los que siempre soné estar, más aún, llamaba la atención cómo ese país no tenía ni siquiera una zona de escalada, e ir hasta allá, sería convertirse en pioneros de algo histórico.
Claramente le dije a Matías que no se llevara nada
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos