¡PAR DE GRANUJAS!
Pigámoslo así: no están siendo tiempos fáciles para el coche en Alemania. Se ha convertido en el chivo expiatorio.
Solo hay que ver los debates televisivos para pensar que más de uno querría expulsarlo de las carreteras teutonas cuanto antes. De locos. ¿El auto en peligro de extinción? Sin embargo, luego te paras en un estacionamiento delante de un colegio para tomar notas tranquilamente, te fijas en un Corvette ZR1 y pasa un niño con su padre: "Papi, mira, tiene uno, dos, tres, cuatro tubos de escape". En ese momento te dices a ti mismo: mientras los pequeños se ilusionen, no está todo perdido.
Parece que la pasión por las cuatro ruedas y el rugido de los motores se lleva en los genes. Y el ZR1 lo proclama a los cuatro vientos. Dos horas antes, en el estacionamiento: subirse, pulsar el botón de arranque… primero suena el zumbido de la marcha, luego el V8 sacude las paredes de hormigón y
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