¿Dónde están los insectos?
LAS MARIPOSAS SEGUÍAN LLEGANDO, primero miles, después decenas y cientos de miles. La parte inferior de las alas era café y, la superior, de un anaranjado vivo. Al volar parecían pedacitos de luz de sol. El espectáculo era maravilloso, asombroso y algo desconcertante.
Me encontré con la nube de mariposas –en sentido estricto, una irrupción de mariposas carey californianas– durante un día despejado de verano en la sierra Nevada. Hacía senderismo en Castle Peak junto con Matt Forister, biólogo de la Universidad de Nevada en Reno. Las mariposas de Castle Peak –una montaña al noroeste del lago Tahoe– son una de las poblaciones de insectos más estudiadas del mundo: desde hace 45 años, todos los veranos las censan cada quice días. El mentor de Forister, Art Shapiro, lepidopterólogo apasionado y profesor en la Universidad de California en Davis, reunió buena parte de esta información en fichas.
Luego de que Forister y su equipo digitalizaran y analizaran los censos, descubrieron que, desde 2011, la población de mariposas de Castle Peak ha disminuido. Hablábamos de la situación cuando nos envolvió una nube naranja.
“La idea de que los insectos sufren parece asombrar a la gente, y lo entiendo –asegura Forister, mientras señala las mariposas que nos sobrevolaban–. Los insectos parecen ser abundantes, entonces es raro”.
Se dice que vivimos en el Antropoceno, época definida por los efectos de las acciones humanas en el planeta. Pero, por mucho, son los insectos los que dominan el mundo. Se estima que hay 10 trillones de insectos. En cuanto a la variedad, las cifras son igual de impresionantes: cerca de 80 % de todas las especies animales son insectos. Conservan el mundo como lo conocemos: sin insectos que polinicen las flores, desde margaritas hasta cornejos floridos, estas morirían y se extinguirían.
Como bien lo ha declarado el biólogo Edward O. Wilson, si los seres humanos desaparecieran de repente, la Tierra “se regeneraría y recuperaría el rico equilibrio que existió hace 10000 años”. Pero “si los insectos desaparecieran, el medio ambiente colapsaría”.
Por lo tanto, asombra –y alarma– que en buena parte de las zonas que los científicos estudiaron recientemente hayan descubierto que las poblaciones de insectos están disminuyendo. Tanto zonas agrícolas como naturales. Y es
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