COMO UN EPISODIO REAL DE LA SERIE ‘SUCCESSION’
Durante casi dos décadas, Sumner Redstone manejó personalmente, desde la esquina del piso 52 de la sede de Viacom, el gigante de los medios que había creado.
A medida que el fundador, de 96 años, se fue desligando gradualmente de la escena, un nuevo personaje ocupó la oficina del presidente: su hija, Shari, que salió victoriosa de la que es, posiblemente, la batalla corporativa más despiadada que se haya producido en lo que llevamos de siglo. Una batalla que la ha enfrentado en varias ocasiones con su propio padre.
Shari no ha perdido el tiempo decorando el espacio, que sigue exhibiendo su sofá de cuero marrón, un sillón blanco atiborrado de cosas y otras sillas a juego, dispuestas alrededor de una mesa baja con un centro de mesa de flores. La familia aparece por todas partes: las fotos de sus hijos y nietos cubren todas las superficies planas. La propia Shari posa con los seis trofeos de Super Bowl logrados por sus amados Patriots de Nueva Inglaterra. Y Sumner también está presente, con su retrato situado detrás del escritorio. En lugar de la imagen segura, austera e imponente que suelen preferir la mayoría de los fundadores, esta lo representa más cómo se le ve ahora: frágil, inclinado hacia delante, encogido por la edad, vestido con la camiseta de su equipo favorito que comparte con su hija, los Patriots.
“No importa lo difícil o desafiante que se haya puesto, yo siempre procuré agachar la cabeza, luchar por lo que consideraba correcto y no leer la prensa”, dice Shari Redstone durante una de la serie de entrevistas con Forbes, las primeras que concede desde que ganó la batalla por el futuro de CBS y Viacom, que comenzó cuatro años atrás. “Para mí era realmente importante no hacer caso del ruido y seguir hacia delante”.
Eso requirió una disciplina de acero. La batalla a muerte se desarrolló realmente a diario y tuvo tal tipo de giros y emotividad dramática, que ni la serie de HBO , inspirada clara y parcialmente en los Redstone (con una gran aportación de los Murdoch) hubiera podido inventársela. Después de años de intrigas, engatusamientos, disputas legales y maniobras en la sala de juntas, la pequeña Shari Redstone, de 65 años, emergió oficialmente en agosto como la presidenta de la entidad que pronto se terminaría de unificar, tras haber rehecho las voluntades
