Work Exchange: una vida con decisión propia
CON LA MOCHILA AGUANTANDO todas mis cosas, observé desde abajo la cuesta arriba que me esperaba. Había llegado a Valparaíso y un camino serpenteante, de intensidad y ritmo cambiante, me hizo ser consciente del tremendo y eterno trekking urbano que iba a ser vivir acá. Era un día de domingo de mediados de noviembre y debía encontrar la hostal donde haría mi primer work exchange, en Cerro Alegre.
El cambio iba a ser grande. ¿Lograría dormir bien en una habitación con más personas? ¿Iba a ser cómodo hablar con tanta gente todo el tiempo?
Vine por un mes pero ya han pasado 3 meses y medio y todavía sigo acá. Jamás tuve problemas para conciliar el sueño,, repetían a diario unos compañeros brasileños que de pronto y sin más, eligieron tomar nuevos rumbos, como tantos otros. Todo es tan rotativo y relativo aquí.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos