KISS 40 AÑOS TRAS LA IMPLOSIÓN
“Los discos en solitario de Kiss fueron una bomba para la discográfica, que terminó sumida en el caos”, explicaba el contable de Kiss de la época, C.K. Lendt, en su recomendable y controvertido libro “Kiss And Sell” editado en 1997. “En Enero de 1979, Casablanca recibió dos millones de copias retornadas de los discos en solitario de Kiss. Colectivamente, los discos en solitario de Kiss vendieron muchas copias bajo cualquier estándar, pero la industria de la música funciona en base a expectativas, y si fabricas cinco millones de copias es porque esperas vender esa cantidad; si no, has fracasado. Esa fue la percepción de los discos en solitario de Kiss”.
Los álbumes en solitario fueron una maniobra de Neil Bogart, dueño de Casablanca Records, y Bill Aucoin, manager de Kiss, para mantener las tensiones a buen recaudo y permitir que los cuatro miembros de la formación pudiesen expresarse por separado y evitar la implosión de Kiss. Cuatro miembros, cuatro discos en solitario. Cada uno con un planteamiento y un presupuesto más disparatado que el anterior. El resultado fue que Casablanca Records fue la víctima de la implosión: la calamitosa debacle de las devoluciones de los álbumes en solitario llevó la compañía al
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