MUJERES EN GUERRA
a escasez de mano de obra provocada por la Segunda Guerra Mundial propició que unos seis millones y medio de mujeres se incorporaran al mercado laboral en Estados Unidos. Una de esas trabajadoras, el libro con el que Jennifer Egan regresa a la ficción después de obtener en 2011 el Premio Pulitzer con (Minúscula, 2017). En esta ocasión, Egan relata la historia de Anna Kerrigan, una joven empleada en un arsenal naval de los astilleros de Brooklyn que sueña con trabajar en una profesión reservada a los hombres: la de buzo. A través de la narración de los intentos de Anna por derrumbar el andamiaje de prejuicios que le impide acceder a ese trabajo, la escritora reconstruye de forma muy vívida y evocadora el Nueva York portuario de los años cuarenta.
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