EL AGUA TRAS EL PLAN CERDÀ
gua y civilización van de la mano desde el principio de los tiempos. La presencia de infraestructuras para el almacenamiento, el transporte, el abastecimiento o el alcantarillado se remonta a las antiguas civilizaciones y llega a su máxima expresión bajo el Imperio romano. Ya en época medieval, las aportaciones hidráulicas árabes fueron determinantes para la agricultura, el sector predominante hasta la Revolución Industrial. La consolidación de este proceso, que transformaría el modelo social y económico de Occidente, tuvo en el agua su motor. Iniciada en Gran Bretaña en la segunda mitad del siglo xviii, la industrialización comportaría el progresivo tránsito del campo a la ciudad. Este hecho provocó a lo largo de los cien años siguientes un importante crecimiento demográfico en la mayor parte
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