EL DÍA DESPUÉS
HEINRICH MÜLLER
El jefe de la Gestapo
Tras ejercer de piloto en la Gran Guerra, Müller (a la izqda. de la imagen) ingresó en la policía bávara e hizo amistad con Heinrich Himmler y Reinhard Heydrich. Fue nombrado jefe de la Gestapo en 1939. Dirigió varias operaciones de inteligencia y participó en la Conferencia de Wannsee (1942), en la que se planificó el exterminio de los judíos. Trabajador infatigable, se granjeó el apodo de “Gestapo Müller” por su dedicación a la organización que dirigía, y fue el responsable del denominado “Decreto Bala” (1944), que permitía el fusilamiento de los prisioneros de guerra que intentasen escapar. Estuvo también a cargo del interrogatorio de Hermann Fegelein. No está claro cuándo abandonó el búnker, aunque lo más seguro es que fuera el 29 de abril. El 17 de mayo de 1945 fue declarado oficialmente muerto, pero su cadáver no pudo ser identificado, lo que abrió numerosas especulaciones. Hoy sabemos que murió de dos disparos en la espalda y que sus restos fueron a parar a un cementerio judío.
ARTUR AXMANN
El capo de las Juventudes
Eficiente organizador y nacionalsocialista convencido, Artur Axmann participó en la invasión de Polonia, y en agosto de 1940 fue nombrado jefe de las Juventudes Hitlerianas (HJ) en sustitución de Baldur von Schirach. Ello no fue obstáculo para que se presentara voluntario, a fin de dar ejemplo, para la campaña de Rusia, en la cual perdió un brazo.
Tras reincorporarse a su cargo, se granjeó el respeto de sus subordinados, y fue un asiduo del Führerbunker en los últimos días. Puede vérsele en la filmación en que Hitler condecoró a varios muchachos de las HJ que defendían Berlín el 20 de abril de 1945. Tras el suicidio del Führer, huyó del refugio junto a Martin Bormann y el doctor Stumpfegger, con más suerte que ellos.
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