Legionarios de Cristo “Las manzanas podridas deben ser removidas”
ROMA.- La cita es frente a la Plaza de San Pedro y el tiempo es limitado. Franco Coppola, nuncio apostólico en México, estará en esta ciudad pocos días, en plena nueva oleada de denuncias contra los Legionarios de Cristo, una de las congregaciones más poderosas de la Iglesia católica.
El tema no le es ajeno. Desde el año pasado, cuando manifestó su voluntad de echar luz sobre estos casos, la Nunciatura en México ha acumulado decenas de señalamientos de víctimas y testigos. Ello coincide con nuevas normas antipederastia que el Papa aprobó en 2019, entre ellas la que prohíbe imponer el silencio a las víctimas de abusos.
Cuando esta corresponsal lo encuentra, Coppola (Lecce, Italia, 1957) viene de una reunión en la Congregación para los Institutos de la Vida Consagrada y en 40 minutos tendrá otro encuentro en la Congregación de la Doctrina de la Fe. Son los dos organismos vaticanos que intervienen cuando se sospechan casos de abusos cometidos por sacerdotes.
El encuentro más importante, sin embargo, ha sido con Francisco. Coppola se reunió con él en los primeros días de febrero en el Vaticano para recibir instrucciones sobre los pasos a seguir con los Legionarios.
“Debemos descubrir todo lo que ha sido.
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