EDITH GONZÁLEZ Y AHORA ES ETERNA…
Sus enormes ojos infantiles resplandecían en la gran pantalla en el año 79, cuando el público la conoció como hija adoptiva de Verónica Castro en Los ricos también lloran, la telenovela que cambió para siempre la vida de Edith… y de la televisión mexicana; porque después de ese rotundo éxito mundial (todavía la recuerdan en Rusia, a 40 años de su estreno), Televisa se posicionó como el Hollywood de las telenovelas.
La trama obligó a Edith a teñirse el pelo de negro, hasta que “su verdadera madre”, encarnada por Christian Bach la encontró y volviera a su color dorado y delicado, justo como el que hoy luce su hija, Constanza, exactamente a la misma edad a la que Edith trabajó en Los ricos también lloran, a los 14 años.
Con un bagaje, al lado de Salvador Pineda, cuya dureza contrastaba con la dulzura de Edith; pero su experiencia actoral y su personalidad lograron sostenerla.
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