¿Triatlón en Santiago?
SOMOS UNAS TREINTA MUJERES flotando al centro de la laguna, pero me siento más sola que nunca. Hundida hasta el cuello en estas verdes aguas gélidas, me pregunto qué estoy haciendo aquí. ¡En qué me metí! En mi cabeza flotan preguntas más turbias que el agua. No pertenezco a esto, no soy nadadora, todavía no soy triatleta.
Por algo se debe comenzar y hoy, 25 de agosto de 2019, es mi primer triatlón, en modalidad olímpica. Nadaremos 1.500 metros y pedalearemos 40k cerrando con 10k de trote alrededor de la Laguna de los hermanos Miranda, en San Bernardo.
Floto en estas aguas oscuras que me amenazan con sus 13 grados, en un día nublado de invierno. La partida es calma, pero mi respiración no.
Los primeros 100 metros de nado son un trauma: el frío me aprieta el pecho, no me deja controlar los ritmos de respiración y me duele. Duele en las manos, en los dedos de los pies, duele en
