#ROMA
No se asusten; lo que viene a continuación no es lo que imaginan. No es una crítica cinematográfica –otra más– sobre la película de Alfonso Cuarón, evocación de la Ciudad de México de los primeros 70 que tiene como epicentro dramático/narrativo al personaje de Cleo.
No es una crítica pero sí un comentario en el título de esta columna no es puro capricho, pues me permite establecer de entrada el matiz a tono con la temática que me ha servido como eje a lo largo de todas mis entregas: lo de Cuarón creció como un fenómeno no sólo –o especialmente–cinematográfico sino cibercultural. Me atrevería a decir incluso que, como fenómeno cibercultural, es un claro fenómeno-summa que ejemplifica varias de las inquietudes planteadas en este espacio a lo largo de los últimos meses del año pasado. Veamos algunas de esas aristas.
