INSTANTÁNEAS DE LA MUERTE
Hasta no hace mucho, la cosa estaba clara. La muerte era el momento en que cesaba cualquiera de las funciones vitales: el latido cardiaco, la actividad cerebral eléctrica o la respiración. El argumento subyacente era que una vez que una parte del sistema fallaba, el resto lo seguía en una suerte de caída en cascada. Hoy en día, esto ya no está tan claro. Por ejemplo, aunque no es precisamente habitual, el corazón puede ponerse en marcha por sí solo después de haberse detenido; es lo que se llama síndrome de Lázaro. Estamos ante una verdadera autorresucitación en la que el corazón empieza a latir cuando todos los intentos por ponerlo en marcha han fallado. Nadie sabe por qué ocurre.
Desde 1982 se han registrado 38 casos. Parecen muy pocos, pero son los suficientes como para plantearnos la siguiente pregunta: ¿cuánto tiempo hay que esperar desde el momento en que se detiene el músculo cardiaco para decidir que alguien ha fallecido? Es una pregunta sin respuesta. Las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) permiten revivir a una persona bastante tiempo después de que tal cosa haya sucedido sin que se presente un daño cerebral duradero. Un estudio de 2013 expuesto en el congreso anual de la Asociación Norteamericana del Corazón establecía que los médicos deberían realizar la
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos