HECHOS DE ACERO
Thomas Müller
DELANTERO
23,453 MINUTOS EQUIVALEN A 261 PARTIDOS
EL FLACO MÜLLER merece un monumento en el Bayern Múnich. Ahí comenzó a formarse en 2000 y debutó en 2008, también saltó a la selección alemana para ganar la Bota de Oro en el Mundial de 2010, el año de su consolidación.
Desde aquel año, por el Bayern han desfilado entrenadores top –Van Gaal, Heynckes, Guardiola, Ancelotti–, y Müller ha rendido con casi todos.
Thomas sabe bien cuál ha sido la clave de su éxito: “estar en el lugar correcto”, pero también está consciente de que “cuando regateo no soy una referencia, y hay delanteros que son más rápidos y disparan con más fuerza que yo”.
A veces parece que no tiene control sobre la pelota, pero su peligrosidad radica en sus movimientos desconcertantes y en la claridad frente al arco. Sus cuotas de gol son altas; la mejor, sólo en Bundesliga, fue de 20 en 2015-16.
Antes, en la temporada del trébol (2012-13), aportó 22 goles en las tres competencias y se ganó la admiración total del DT Jupp Heynckes: “Thomas no sólo es un jugador emocionante, es una figura popular, dentro y fuera del campo; tiene voz en el equipo y lidera con el ejemplo. Un jugador como él no existe en toda Europa”.
Sin embargo, la campaña 2019-20 ha sido dura para el flaco de la sonrisa asimétrica. El técnico Nico Kovac prefirió a Philippe Coutinho y le faltó al respeto: “tendrá minutos de juego cuando nos falten jugadores”. Claro que el croata tenía que retractarse: “fue un error, no me articulé bien”.
Al ver a Müller en la banca se desataron rumores de su salida a la Liga Premier, pero “es difícil imaginar a Thomas en otro club”, dijo Ottmar Hitzfeld. “Es una figura de identificación absoluta”.
El flaco recuperó protagonimo con un nuevo DT, Hans-Dieter Flick quien lo colocó detrás de Robert Lewandowski, desde ahí “puede liderar al equipo”.
Loïc Perrin
DEFENSA
23,627 MINUTOS EQUIVALEN A 263 PARTIDOS
ADEMÁS DE SER ejemplo de resistencia y durabilidad, también personifica la entrega total y la fidelidad a un solo club.
Llegó a las fuerzas inferiores del Saint-Etienne a los 13 años. Su aparición en el primer equipo se dio desde que los Stephanois estaban en segunda división; en 2004 ascendió con ellos a la Ligue 1, torneo en el que actualmente es el máximo oneclub man en activo.
Comenzó como medio-centro, luego fue convertido a lateral derecho. Algunas lesiones de rodilla y el paso del tiempo lo llevaron a la defensa central, posición que ocupa desde 2012 por su visión de juego e inteligencia en la recuperación.
“Loic es un monstruo, siempre está listo para morir por el equipo”, dijo el delantero marfileño Max-Alain Gradel, su excompañero entre 2011 y 2015. “Es el capitán que más me ha impactado”.
La 2012-13 fue una de las mejores temporadas de Perrin
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