MÍSTERS DE LA CHAMPIONS
DIEGO SIMEONE
EL CHOLO ARRASTRA el pesado estigma de haber perdido dos finales de Champions League al mando del Atlético de Madrid: en 2013-14 y 2015-16, ambas ante el Real Madrid.
La segunda es la que más le dolió: “era la nuestra”; porque habían eliminado al Barcelona y al Bayern Múnich, además en la final se sobrepusieron al 1-0 en contra y fallaron un penalti durante el partido. “Luego no pudimos resolver en penales”.
Hay otro estigma que opaca el trabajo de Simeone: ser un técnico defensivo. “Hay un desprestigio hacia mí porque otros ganan 5-4 y está bien; yo ganó 1-0 y está mal, pese a que los dos ganamos por un gol”.
Cuando llegó al Atlético se adaptó “al estilo rocoso por la esencia del club y las características de jugadores como Gabi y Diego Godín” que, combinados con otros hombres de perfil ofensivo como Arda Turan y Radamel Falcao, le ayudaron a ganar la Europa League 2011-12 al vencer en la final 3-0 al Athletic de Bilbao. “¿Cómo pueden decir que fui defensivo?”.
El Cholo busca el equilibrio: “ni muy ofensivo ni muy defensivo”. Se adapta “a las características de los jugadores” y se jacta de ayudarlos a potenciar sus virtudes. También se describe como un entrenador “capaz de moldearse” y asegura que quiere cambiar la historia del Atleti: “para ello tenemos que ganar”.
En su séptima Champions consecutiva como DT, Simeone está complacido porque sus Colchoneros se han puesto a la altura de clubes como el Liverpool, su rival de octavos de final, del que destaca sus talentos contragolpeadores y a Jürgen Klopp: “es un técnico que sabe explotar las virtudes de su plantilla”.
JÜRGEN KLOPP
“VOLVEREMOS A UNA final”, advirtió Klopp en 2013 después de que su Borussia Dortmund cayera ante el Bayern Múnich en el partido por la Orejona.
El Dortmund no ha vuelto, pero Jürgen sí. Lo hizo en 2018 ya con el Liverpool ante el Real Madrid y volvió a caer. “En el futbol necesitas suerte y no sólo no la tuvimos, si no que la tuvimos mala”, lamentó.
Cuando llegó a su tercera final de Champions League en la campaña 2018-19, Klopp estaba decidido a no perderla y empezó a trabajar para ganarla antes de eliminar al Barcelona en semifinales.
Le encargó a Pepijn Lijnders, su auxiliar, que buscara rivales parecidos al Ajax o al Tottenham y una ciudad con condiciones similares a las de Madrid, sede de la final.
Lijnders eligió Marbella, al sur. “Le dijimos a su técnico que queríamos que jugaran como el Tottenham, con su gran organización defensiva”. El partido se disputó en total discreción, incluso colocaron barreras altas para que nadie pudiera ver nada.
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