IMHOTEP EL ARQUITECTO DE LAS PIRÁMIDES
SON UNAS DE LAS IMÁGENES QUE MEJOR GUARDA NUESTRO CEREBRO, UNA INMENSA MONTAÑA DE PIEDRAS EN PERFECTA FORMACIÓN TRIANGULAR que junto a sus hermanas (Kefrén y Micerinos) hacen eterna la instantánea de la meseta de Giza.
Desde tiempos atrás fueron los babilonios los que con sus imponentes zigurats fascinaban a las culturas conocidas. Las construcciones iban mejorándose poco a poco, desde un punto de vista arquitectónico, y en Egipto comenzó la construcción de las primeras pirámides; pirámides escalonadas, mastabas que iba superponiéndose hasta dar una imagen muy tosca de lo que sería, posteriormente, la magistral construcción egipcia.
Pero la construcción de estos edificios no era patrimonio exclusivo de los pueblos mediterráneos, en lugares tan apartados como Asia o Mesoamérica también habría ese impulso creados de un edificio que se elevara al cielo con forma de pirámide.
Su función parecía definida en relación a cultos religiosos, funerarios o rituales. Igualmente a su forma piramidal se la dotaba de un poder magnético, de una atracción a los dioses. No en vano, en el culto egipcio
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos