¡Para cuando nadie te quiera!
TODA MARCA QUE SE PRECIE tiene unas siglas deportivas, Audi los RS, BMW los M, Porsche los GT, y MINI tiene JCW. Pero desde 2006 hay una nomenclatura que se asocian a MINI además de las de John Cooper y estas son GP, lo que vendría a ser Gran Premio. Aquel MINI era una versión más visceral y radical del compacto inglés, un coche que evolucionó siete años después y que ahora ve nacer su tercera generación, un MINI JCW GP al que hemos podido subirnos en Los Ángeles, y además en su hábitat natural, el circuito. Lo primero que vemos nada más llegar al circuito Thermal Raceway, a pocos kilómetros de Palm Springs, es un batallón de MINI JCW, un coche ya de por sí divertido, un juguete para mayores de los que nos gustan, y con los que como niños rodamos en circuito unas horas. Pero no hemos cruzado medio mundo para probar un JCW normal y corriente, sino su versión más explosiva, el nuevo MINI John Cooper Works GP.
La mayor evolución con respecto a un JCW normal es el motor. La firma inglesa aprovecha su hermandad con BMW y toma prestado el motor de 2.0 litros y cuatro cilindros del nuevo Serie 1 M135i. Una bomba de 306 CV, 75 CV más que un JCW, y 450 Nm de par, lo que verdaderamente nos
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