NO DEBE SER FÁCIL MONTAR o domar un camello. Sobre todo cuando el calor del desierto de Rub Al Khali consigue penetrar entre las capas de la túnica blanca de un travieso mozalbete dubaití. Su acaudalada familia, una de las fundadoras del Dubai moderno, mantenía (y mantiene) una cerrada alianza con la estirpe reinante de los Al Maktoum en Dubai.
El ambiente de opulencia y de poder familiar no apagó la pasión por la doma de Mohamed Ahmad Sultan Ben Sulayem, nacido en 1961. El pequeño de cinco hermanos, terminó sus estudios de empresariales en Estados Unidos (American University, Washington) y en Irlanda (Ulster University) y se dedicó, desde 1983, a domar monstruos de cuatro ruedas en los rally-raids sobre las traicioneras dunas y fondos de piedra de la Península Arábiga y Oriente Medio. Todo ese entrenamiento, ¿le habrá servido para navegar por las encrespadas olas del mar del automovilismo mundial al que se enfrenta desde