EL INVERSOR ESPAÑOL SE HACE SOSTENIBLE
El concepto tradicional de inversión, cuyo único fin es recibir en contraprestación una rentabilidad económica, está cambiando profundamente. La preocupación social hacia la sostenibilidad y todo lo que la rodea: cambio climático, revisión del modelo de crecimiento, la globalización, la mejora de la gobernanza empresarial o la creciente desigualdad, está generando un nuevo tipo de inversor ‘comprometido’ que quiere que su dinero se emplee con arreglo a criterios ambientales, sociales y de gobernanza (criterios ASG). Este enfoque, que combina la rentabilidad con la corresponsabilidad social, está cambiando la industria de la gestión de activos, que ahora ha de abrirse a esta nueva tendencia y adoptar sus criterios en la selección de activos o de proyectos para atraer el dinero del creciente número de inversores sostenibles.
El auge de la inversión sostenible y la creciente atención social a la gobernanza ética han ido parejos a las políticas internacionales dirigidas a frenar el cambio climático, como el Acuerdo de París, o a impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Estas iniciativas están sirviendo para alentar propuestas que hagan posible un sistema financiero sostenible. Algunos ejemplos de estas iniciativas son el , los Principios de Inversión Responsable, los
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