EL PROBLEMA ES LA MASCULINIDAD TÓXICA
UNA NOCHE estaba esperando un Lyft en una transitada calle cerca de Prospect Park en Brooklyn, cuando lo vi. Era glorioso. Sus muslos musculosos se marcaban mientras corría hacia mí. Había cortado las mangas de su camiseta de Boston College y podía ver gran parte de su torso. La música que emanaba de sus enormes audífonos era tan fuerte, que a unos metros logré distinguir que se trataba de Drake. Pasó junto a mí como una gacela, sus shorts cortos volando con el viento. Reprimí las ganas de exclamar “Wooooow!” Continuó avanzando por la banqueta y desapareció al llegar al parque.
Usualmente disfruto ver a los corredores en su elemento, pero esta vez, mientras el tipo con la camiseta de
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos