La otra cara de Brozo
ean de la Bruyère decía que “la vida es una tragedia para los que sienten y una comedia para los que piensan”. La máxima del escritor francés del siglo XVI aplica perfecto en estos días inciertos, en los que la sociedad y las instituciones enfrentan una trágica vulnerabilidad. Como siempre, pero más en estos tiempos de zozobra, el mundo ha necesitado de arquetipos épicos para sobreponerse al cambio y sobrevivir su catarsis. Inquebrantables álter ego y quintaesencias claves para salvarnos o cuando menos disfrazar la realidad con una ‘carcajada doliente’, al estilo Harina de ese costal es Brozo, personaje ficticio creado desde 1987 por Víctor Trujillo, quien gracias a su figura coloquial ha podido fluir, influir y “aguantar más tranquilamente las cachetadas de la vida”. Elocuencias como: “Al poder se le revisa, no se le aplaude”, hoy suenan más fuerte que nunca y se conectan como enclave ideal para la crítica constructiva y la comedia inteligente. “El sentido del humor en sí puede ser un gran vehículo, pero también una gran arma. Esto viene desde los griegos, el personaje que hace la comedia, desde esos tiempos, es el que señala los vicios de los demás. Luego, el bufón es el único que puede decirle sus verdades al rey”, dice el actor, locutor y líder de opinión de 58 años, quien tras su salida de actualmente retoma y amplía su proyecto en YouTube, con el objetivo de hacerlo sustentable e independiente. Ese juglar quien le cuenta a los demás lo que pasa en otros lados y estratos, el peladito que le gana al catrín, el pobre que le gana al rico, más con superpoderes. El retrato en rayos X de ‘Víctor / Brozo’, una obra tan original y decadente como los arlequines de la época azul de Picasso, como la obra de Molière o tan engañosa como la risa de
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