DETECTIVES PSÍQUICOS Supermentes contra el crimen
MÁS ALLÁ es la única publicación especializada qeu ha sido testigo en varias ocasiones de las actuaciones de "detectives psíquicos".
La situación era realmente insólita. Un coche con dos investigadores de fenómenos anómalos, un teniente de la Guardia Civil que era jefe del servicio de información de la Benemérita en la región y una ex misionera católica que aseguraba poseer capacidades extrasensoriales. Siguiendo las intuiciones psíquicas de esta última recorrimos varios caminos rurales en busca de pistas sobre unos asesinatos sin resolver que investiga la Guardia Civil. Peinamos la zona hasta que la monja-vidente señaló una finca con un chalet blanco. Afirmaba que allí vivía el presunto homicida…
No, no es un capítulo de la serie Médium, sino una situación real que se produjo hace pocos meses en el noroeste de España y de la que he sido testigo directo. La noticia no trascendió a los medios de comunicación porque la colaboración entre videntes y agentes de la Ley es una de las situaciones más comprometidas y extraoficiales en las que puede verse un policía. MÁS ALLÁ es la única publicación especializada que en varias ocasiones ha sido testigo y protagonista de las actuaciones de “policías psíquicos”.
HISTORIA DE UNA COLABORACIÓN
La primera vez que la policía española visitó la redacción de MÁS ALLÁ fue para solicitar su colaboración en una investigación que tenía por objeto localizar al prófugo Luis Roldán, ex director general de la Guardia Civil. Cuanto todos los servicios secretos y policías de España buscaban a Roldán, dos periodistas excepcionales, Manuel Cerdán y Antonio Rubio, se reunieron con el fugitivo. El 2 de mayo de 1994 el diario El Mundo publicó una entrevista, realizada en París, que dirigió la atención de todos los cuerpos de seguridad hacia aquella ciudad.
Los periodistas, acogiéndose al secreto profesional, se negaron a revelar el lugar exacto en el que se había producido el encuentro. La policía española y el CESID solo tenían una pista para ubicar al fugitivo: un cuadro con motivos esotéricos que aparecía detrás de Roldán en las fotos que ilustraban la entrevista.
“Roldán nos había prometido una entrevista antes de irse a España –explica Manuel Cerdán– y, aunque no estaba por la labor y nos llevó algún tiempo convencerlo, por fin accedió. La verdad es que nos costó mucho que se dejara fotografiar delante del cuadro. Él quería que lo hiciéramos delante de una pared blanca, pero al final conseguimos hacerle.
