LOS MUSICALES EN LA HISTORIA DEL CINE
Desde la llegada del sonido al séptimo arte, el musical ha sido uno de los géneros preferidos por los espectadores. Una fructífera relación de mutuo acuerdo e interés, que se ha prolongado a lo largo de décadas y generaciones.
No en vano, un musical fue el causante de que las películas comenzaran a introducir diálogos hablados en las salas de proyección. La obra que lo hizo posible llevó por título El cantor de jazz (Alan Crosland, 1927), y causó conmoción en la época, al incluir números cantados por el showman Al Jolson.
Desde entonces, la historia de los musicales en formato de celuloide ha sido prolija en melodías, estrellas danzarinas, espectáculos coloristas y métodos híbridos de evolución dramática y humorística. Un compendio de entretenimiento a base de fotogramas y letras inolvidables, que ha marcado la memoria
