Rudolph Hess era la mano derecha del Führer, su más íntimo colaborador desde los primeros tiempos del movimiento nacionalsocialista. Sin embargo, en 1941 hizo lo impensable: a espaldas de Hitler, voló en secreto y en solitario a Inglaterra para intentar firmar la paz con los británicos.

Repudiado por Hitler y tachado de traidor por el régimen nazi, Winston Churchill no vaciló en ordenar su encarcelamiento. Posteriormente, sería juzgado en los tristemente célebres juicios de Nuremberg y condenado a cadena perpetua.

Hess cumplió su condena en la cárcel de Spandau, en Berlín, donde aparentemente se suicidó el 17 de agosto de 1987. No obstante, el enigma que rodea a Rudoph Hess sigue hoy tan vivo como en 1941. ¿Qué le impulso a volar a Gran Bretaña en plena guerra? ¿Realmente se suicidó, o fue asesinado en su celda?